GISTAIN, Orgullo del Pirineo!

GISTAIN, Orgullo del Pirineo!

GISTAIN

Orgullo del Pirineo

Muy cerca de Benasque se erige el precioso pueblo de Gistain, localidad que mira a las nubes, ya que es la mas alta del valle, un lugar para soñar con el senderismo a través de multitud de caminos que nos llevan a picos tan maravillosos como son los ibones, en concreto el –Urdiceto– sin olvidarme del Posets, así como una impresionante pista que nos lleva al valle de Benasque atravesando un bosque tan bello como encantado.

Ibón Urdiceto
Ibón Urdiceto – Gistain (Chistau)

GistaÍn tiene una forma de hablar muy peculiar –el xistabín-, podríamos decir que es de las pocas localidades que mantienen intacta su forma de comunicarse con una lengua que, entre comillas, la podríamos catalogar dentro de los dialectos tan variados de la “fabla aragonesa”.

Pasear por tan bello para paraje, nos da una idea, de cómo han vivido dichos vecinos, entre casas señoriales, bordas, callejuelas empedradas con chimeneas vigilantes mirando al cielo o al suelo.

Gistain

Hay una leyenda, que refleja las envidias y arrogancias de antaño, aun hoy en día hacen gala dicha población pirenaica de ese tabú que les precede, el montañés ha sido y es , altivo y presuntuoso, muy suyo, y de poco hablar. Pero sin faltar a la verdad, son gentes de bien,

Dice la leyenda que hace mucho tiempo habitaban dos familias en GistaÍn, las familias Rins y Tardán, que siempre estuvieron a la “greña”.

Según la tradición la casa más antigua fue la de los Rins, y el dueño de ella estaba tan orgulloso de su casa que en una ocasión le dijo al amo de la casa Tardán ¡Eres menos que un grano de mijo!. Naturalmente éste se ofendió y le respondió que; ¡Éste grano de mijo te va a construir un árbol delante de tu casa que no te dejará ver el sol!

De este modo, al poco tiempo cumplió su palabra y levantó la Torre de Tardán delante de la casa Rins, y todavía hoy se recuerda aquel hecho en la localidad mirando ambas construcciones desde la parte alta de la población (CAI Turismo Aragón).

Así ¡que cuidado con los montañeses!

DONDE LAS DAN LAS TOMAS.

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