El vuelo del Buitre – Los Mallos de Riglos
Muy cerca de Loarre, camino del Pantano de la Peña, nos tropezamos con los Mallos de Riglos, una masa de rocas ampliamente reconocidas a nivel nacional como internacional, donde los buitres habitan a sus anchas por las alturas mirando las casas blancas del pueblo que duerme a sus pies, creando una imagen tan idílica que nos hacen recordar un Belén permanente por todas las estaciones del año.
Los Mallos de Riglos, nacen de la tierra, arañando alturas de cielos, donde los más atrevidos practican la escalada a través de sus finas paredes, para culminar su aventura sobre las crestas calmadas del tiempo acompañados del vuelo del buitre.
Los menos osados, disponen de una pequeña edificación donde se pueden divisar los buitres que anidan sobre la piedras areniscas, presenciando su pausado vuelo circular, (cierto entendido documentalista, dijo una vez, que los buitres estaban en extinción), nunca más lejos de la realidad, ya que por estas tierras se pueden divisar gran cantidad de ellos, quizás eran otros tiempos para afirmar tal teoría.
La verdad es que con esta visión de los Mallos de Riglos, te hacen soñar con los siglos dormidos, con sus peñascos tan majestuosos mirando el azul del cielo.
Y la realidad, ya que no podemos volar con los buitres, les culmino desde abajo, a que se lleven esta imagen con sus cámaras fotográficas, para deleitarse de vez en cuando en sus hogares con las bellezas de Huesca.
Huesca es tan agreste como suave.
Huesca es bella.
Huesca, un lugar para conocer, por lo menos una vez en la vida.
Acompañen el vuelo del buitre, mirando esta tierra desde las alturas con su imaginación.