Molinos de Oro

Molinos de Oro

Acercase a un “Molino de Aceite” artesanal, es descubrir una parte de nuestra existencia.

Por todo Aragón ha habido gran cantidad de molinos de aceite, algunos aguantan impasibles el paso del tiempo esperando cada año las olivas de pequeños agricultores para transfórmalas en ese oro liquido tan as central que hace honor a la cocina mediterránea de nuestro país.

Hay gran cantidad de aceites, por enumerar algunos; Arbequina, Carnicabra, Arbosana, Picual, Manzanilla de Cuquillo, y Cornezuelo etc, que hacen las delicias de nuestros fogones.

Hoy, en algunos restaurantes, se ha puesto de moda, la degustación de pequeñas cantidades del oro liquido como aperitivo, entre aromas y sentidos que te llevan, con un poquito de pan, a esos placeres que son casi imposibles de guardarlos en nuestra memoria, por la gran cantidad de variedades que nos oferta el mercado.

Atrás se ha perdido los sabores de antaño, ya que, por muchos motivos, se destila de tal manera el aceite, que no sobrepasa el grado de acidez.

Yo recuerdo en las tardes de invierno, calentarme en el fuego con una tostada de pan entre las manos, para luego introducirla en esos “infiernos», o zafras de oro liquido “aceite”, para después devorarla, con ese sabor difícil de olvidar de mi mente, “aceite de 3 o 4 grados de acidez.

Dicen que hacia daño dicho consumo, habría mucho que escribir, y yo no soy un endocrino especializado en la materia para dar una clase magistral sobre dicho producto.

Pero saben una cosa, yo me quedo con ese aceite de mis años de juventud, entre aromas del Somontano y romeros, aliagas ardientes y sentidos de mi tierra.

Habría que recuperar algunos Molinos de Aceite, para visitarlos turisticamente y así los niños sabrían de donde procede ese liquido que adorna nuestras mesas.

Todo es turismo y cultura

Aragón tiene muchas cosas que contar entre fogones.

Back to Top