Semana Santa de Huesca, «El Reencuentro»

Semana Santa de Huesca, «El Reencuentro»

Después de muchos años, se ha vuelto a recuperar en Huesca, la procesión en la que la Santísima Virgen se postra en el Calvario ante su Hijo, a la hora de su muerte.

Una procesión que acercara a los oscenses y visitantes, aún mas, a las creencias religiosas que preceden a los creyentes, en el marco incomparable de la Plaza de San Pedro, dormida en los brazos de los Claustros de dicho Templo, con la vista puesta en los pasos de “La Dolorosa” y el “Cristo del Perdón”, obras magistrales de artesanos que dejaron sudores y lagrimas componiendo dichos pasos.

La Dolorosa - Semana Santa 2007

El paso de la Dolorosa, tendrá como acompañamientos fieles vigilantes como son las Cofradías de “La Caída de Jesús en la Calle de la Amargura”, “La Verónica”, “La Piedad” y “La Dolorosa”.

El Cristo del Perdón - Semana Santa 2007

Si dejamos volar nuestra imaginación, podríamos componer el Reencuentro, en prosa narrativa, antes del Jueves Santo.

“ Y sin embargo, la Semana Santa de Huesca luce todo su esplendor, la noche del Jueves Santo en la plaza de la Catedral, con la llegada de sombras vestidas de colores con sus capirotes en los brazos y tambores sedientos de anunciar con toques de emoción la procesión del Reencuentro. A través de las callejuelas de casco histórico de la ciudad, las cigüeñas sobresaltadas mirando al suelo y La Moreneta, fiel vigía de los oscenses derramando lluvia de lagrimas sobre el estanque vigilado por las carrascas.

Poco a poco se llena la Plaza de la Catedral, el silencio empieza a resguardarse en los pensamientos de los oscenses. Las miserias humanas las olvidamos y la luz de las farolas iluminando nuestros sentidos.

Todo esta preparado, con pasos lentos y redobles sacados de muchas horas de espera en los largos días de invierno, empiezan a sonar buscando la Plaza de San Pedro.

Emociones contenidas, mujeres enseñando el negro mundano debajo de sus túnicas, como signo educado de la religión católica que precede a los creyentes, y las palomas en oración observando desde los tejados los sentimientos a flor de piel de sombras de la noche iluminadas con devoción”.

Así podría ser el momento del Reencuentro, y así será, como una sentencia sacada de los sentidos de Alto aragoneses.

Recogimiento y amor de la Pasión de Cristo por estas Tierras de Aragón..

San Pedro el Viejo - Huesca
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