Bello y paradisiaco rincón del Pirineo Aragonés, donde hace justicia sus parajes entre torrentes de agua frÃa arrancada de sus neveros de nieves perpetuas y sus baños de aguas sulfurosas robadas del interior de la tierra.
Panticosa ,es sin duda, uno de los tesoros mejor guardados de nuestro Altoaragon, y posiblemente al que tengo más cariño dentro de este paraiso, entre montañas y cumbres canosas.
Los rÃos Caldarés y Bolática abrazan dicha localidad, para crear ese lugar idilico entre construciones de antigua usanza donde la piedra testimonian tantos siglos de singular historia, con sus tejados resbalosos para la nieve inmaculada caida de nubes repletas de alegrÃa.
Si visitais Panticosa no dejeis de visitar, amén de sus parajes, la Iglesia parroquial del siglo XVl con sus bóvedas de crucerÃa estrellada y destacados retablos de los últmos perÃodos del gótico.
PANTICOSA PARA PERDERSE
Roberto Pac