Entre casonas y palacetes de un señorÃo perdido en los tiempos sobresale el Castillo de Loarre.
Entre carrascas y olivares los duendes dan fé que un dÃa fué llamada la aldea de Loarre San Esteban de la Huerta.
Ayuntamiento, Iglesia parroquial barroca del siglo XVll (Capilla de San Demetrio, mural del siglo XVI etc) configuran un legado dificilmente de cuantificar en el arte de nuestras tierras, donde no debemos rendirnos a tanta belleza.
Y todas éstas maravillas la podremos observar desde el Castillo de Loarre entre torres y almenas (Torre del Homenaje, torre de la Reina, murallas defensivas) que nos hacen sentir la policromÃa de sus piedras milenarias en unos tiempos donde el tiempo vuela como los buitres en las alturas.
Dios salve a la Reina,
Dios salve a Loarre,
entre sombras y cantos de miserére.
Roberto Pac