AY, AY, POBRES CASTILLOS (El castillo de Biniés)


AY, AY, POBRES CASTILLOS
(El castillo de Biniés)

Este castillo que está situado en la Canal de Berdún junto al río Veral (Comarca de la Jacetanía), sirvió durante muchos años, allá por el Siglo XI, como defensa estratégica en la Foz de Biniés.

Esta fortaleza ha sido recuperada poco a poco de sus cenizas, y nunca mejor dicho, pues como muchos de los Castillos de España, han soportado las fuerzas de las llamas a través de los siglos. En concreto, el Castillo de Biniés ya pagó su factura en el siglo XX, en el período de la Dictadura de Primo de Rivera. Quizá este incendio como otros de antaño, fueron a consecuencia de las penurias económicas, guerras, ataques o por qué no, simplemente por el hecho de querer calentar sus frías dependencias.

El castillo de Biniés, podríamos decir que es un claro ejemplo de este proceso del tiempo. Se edificó en el Siglo XI, aguantó pestes y guerras durante años y más años y, sucumbió con el fuego. Así de sencillo.

Hace tiempo que muchos edificios de esta índole, se están recuperando. Unos gracias a un ministro de Franco, el turolense J. Ibáñez Martín, quien dicta una Ley para intentar defender dichas piedras, con un claro fin: evitar que particulares sin escrúpulos, utilicen dichas murallas para usos ilícitos (curiosa palabra). No sé si lo consiguió de alguna manera.

Sólo sé que muchos de ellos terminaron su aventura como Hospederías de Lujo ¡no como museos!, gracias a Fraga Iribarne, allá por los 60.

Dibujo de Teodoro Pérez BordetasSólo sé que algunos terminaron sus días de flechas, lanzas y oraciones de gloria, para aposentarse nuevos ciudadanos, pero los del petrodólar ¡los urbanistas de lujo!

Sólo sé que aun hoy en día, en multitud de casos, se pone el cartel “SE VENDE” en la entrada de dichos Castillos, o por qué no, en los mejor conservados se expone la famosa tablilla “SE ALQUILA PARA CEREMONIAS”, ¡Curioso ritual! Sólo faltan los corderos del tío Remigio y los venados y sarrios de la Reserva de enfrente, para recrear el ambiente medieval, pues ya se encargan los decoradores de mal gusto de ocultar las paredes milenarias con tapices de Granollers y estandartes de feria.

¡Ay, ay pobres Castillos! Lo que os queda por ver… Como os llegue la luz eléctrica de verdad, por no decir la de los molinos de Don Quijote, perdón, la de los molinos eólicos, posiblemente alberguéis en lo más alto de vuestra almenas la estrella de Belén…

Y todo por ser Castillos. Pero a grandes males, grandes remedios, pues al fin y al cabo quizá fue esta la solución para recuperar los Castillos de nuestra Geografía Nacional (en muchos casos), con aciertos o con desatinos, pero ahí están, como nuestros famosos TOROS DE OSBORNE en las carreteras ¡Joer vaya metáfora!

Visiten este Castillo de Biniés, bello y único de nuestra tierra, recuperado por personas anónimas. “Chapeau”. Así se hacen las cosas. Espero que las luces navideñas no se pongan como vigilantes guerreros, que para adornos ya están nuestros árboles de Navidad.

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